Hacia la tercera República (o la culpa la tiene el PSOE)
3 de septiembre de 2020
Ya nos lo hacía ver Gerald Brenan en su "Laberinto Español": desde 1788, fecha de la muerte de Carlos III, "el político, o el mejor alcalde de Madrid", ningún rey español ha terminado sus días en el ejercicio de su cargo. Ha habido dos excepciones, que al ser revisadas, confirman que en estos dos casos también podría haber sucedido así. Fernando VII, "El Deseado" antes de terminar la guerra de la Independencia, y "El Rey Felón" después, conocido por los historiadores como el peor rey de la historia de España, pudo terminar sus días como rey por el apoyo que una década antes le brindaron los absolutistas franceses con la remesa de los "cien mil hijos de San Luis"; de no haber mediado la intervención, posiblemente hubiera sido destronado, bien por los partidarios de su hermano Carlos, o más probablemente, por los liberales que clamaban por la restitución de la soberanía popular y la Constitución de 1812.